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Servir a todos sin dejar afuera a nadie.
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Servir antes que el otro.
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Servir a los demás de la forma que queremos ser servidos.
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No hacer a los otros lo que no nos gusta que nos hagan.
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Servir también a los que no están de acuerdo con nuestra forma de actuar.
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Servir con gestos y acciones concretas ya.
Esta forma de actuar se enmarca en cuatro actitudes pro sociales básicas:
Nos esforzarnos por mejorar. Sentimos vocación por el cambio. Nos pararnos en la cancha en actitud de que queremos cambiar y que queremos entender como hacerlo, de que es verdad que hay una Nueva Vida que llega sin prisa pero sin pausa como resultado del esfuerzo de todos. Abandonar generosamente nuestra comodidad el “no me importa” o “no te metas”. Si sigo pensando y haciendo las mismas cosas como siempre no habrá Nueva Vida.
Vivimos en actitud positiva. El futuro será mejor porque estamos todos juntos empeñados en mejorarlo. El cambio de las familias de Nueva Vida son la prueba de que el futuro está en el esfuerzo. Tenemos que emplear nuestro tiempo y nuestra energía humana en lo que podemos mejorar y no perderlas en lo que está fuera de nuestras manos. No dejar para mañana lo que hay que hacer hoy. Educarnos recíprocamente para no bajonearnos mutuamente, es decir, vivir la esperanza y la alegría.
Sentimos que formamos un equipo. Transformar el éxito individual de cada uno en el éxito de todos. Generar un espíritu deportivo. Nueva Vida en su conjunto es el equipo. Tener iniciativa vigilante. Conquistar y mantener la confianza mutua. Los errores serán una oportunidad para mejorar, pero tenemos que cometer personal y colectivamente nuevos errores, no los mismos de siempre.
Asumimos responsabilidades. Nos sentimos dueños de Nueva Vida. Procuramos eliminar la cultura del “no puedo”, la excusa de “no estoy preparado” o de “no tango tiempo”. Mientras diga: “lo que pasa es que.” o “el problema es que.”, lo que en realidad pasa o el problema es que no me estoy haciendo responsable de lo que hay que hacer, estoy justificando el “no hacer”. El éxito de Nueva Vida depende el 5% de la «suerte», el 10% del talento y el 85% del sudor.
Con este estilo de actuar y con el esfuerzo colectivo de vivir las actitudes pro sociales, nace nuestra cultura institucional que se vive en todas partes donde estamos presentes:
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Servir centrados en las necesidades mayores
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Servir mirando a los vecinos del barrio, a las otras instituciones, sentirse parte de la sociedad uruguaya y de la gran familia humana.
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Dialogar con todos, con grandes y chicos, con todos los integrantes de los grupos, con quienes nos visitan, con todos los vecinos y con todas las instituciones públicas y privadas.
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Vivir y promover efectivamente los valores universales del hombre. Conquistar el bien común.
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Revalorizar la familia para ayudarla a expresar libremente toda su solidaridad.